El 3 de septiembre de 2013, el día que marcó el principio del fin del poder hegemónico de EE.UU. en el mundo

El 3 de septiembre de 2013 Rusia derribó dos misiles balísticos disparados por EE.UU. contra Damasco y Washington se quedó sin responder o mejor dicho tuvo un raro momento de lucidez y buen juicio.

El 3 de septiembre de 2013 Rusia derribó dos misiles balísticos disparados por EE.UU. contra Damasco y Washington se quedó sin responder o mejor dicho tuvo un raro momento de lucidez y buen juicio.

Por Juan Diego Nusa Peñalver

Cuando esta que quema el pulseo entre Moscú y Occidente por Ucrania y  Siria está a punto de eliminar sus más de 1 000 toneladas de armas químicas (según la  Organización para la Prohibición de las Armas Químicas ha destruido  alrededor del 90% de esos pertrechos bélicos de exterminio masivo, que Damasco almacenaba para hacer frente a las armas nucleares de Israel), un extraño hecho vinculado a este último proceso (una iniciativa de Rusia) ha sido premeditadamente ocultado por la gran prensa occidental controlada por el gobierno de EE.UU. para salvarle la cara a Washington. La noticia la dio a conocer el pequeño y desconocido diario libanés As-Safir y replicada por algunos de los medios alternativos digitales que tuvieron la suerte ese día  de obtener en tiempo real una información valiosa. La crónica la tomo del sitio web eldigital.com, un portal especializado en inteligencia, defensa y seguridad, cuya página en Internet es presidida por la singular cita de que  «Un ejército sin espías es como un hombre sin ojos y sin oídos» Chia Lin, citado por el maestro Sun Tzu en «El arte de la guerra».

Efectivamente, el 3 de septiembre pudo desatarse la III Guerra Mundial.  Ese día las fuerzas armadas norteamericanas dispararon (según los expertos desde su base militar de Rotta, España) dos misiles balísticos contra Damasco, en cumplimiento de la decisión unilateral del presidente Barack Obama, anunciado al mundo el sábado 1ro de septiembre de 2013, de atacar militarmente a Siria, a cual acusaba con argumentos falsos del ataque con armas químicas el 21 de agosto en Ghoutta, cerca de Damasco.  Pues bien el sistema antimisiles de Rusia derribó los dos misiles norteamericanos, en lo que los expertos consideraron el primer choque militar directo entre las dos potencias.  Como recordarán, Moscú basificó frente a las costas sirias, en el Mediterráneo oriental, una poderosa flota de más de 10 barcos y submarinos de guerra (China también envió algunas unidades navales) en una clara señal a Washington de su determinación de ayudar a su aliado sirio.

El presidente Vladimir Putin recibe al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a su llegada a la cumbre del G-20 que se celebra en el Palacio de Constantino de San Petersburgo.

El presidente Vladimir Putin recibe al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a su llegada a la cumbre del G-20 que se celebra en el Palacio de Constantino de San Petersburgo los días 5 y 6 de septiembre de 2013.

El presidente Vladimir Putin, evidentemente en una posición sólida, recibió a un débil Obama para la Cumbre del G-20 del  5 y 6 de septiembre de 2013 en el Palacio de Constantino de San Petersburgo (Rusia)  y rechazó de plano todas sus presiones sin el menor miramiento e incluso en una conferencia de prensa el propio viernes 6 de septiembre el presidente ruso  afirmó claro y alto que su país ayudará a Siria en caso de un ataque militar exterior. (Y eso se lo dijo cara a cara al presidente norteamericano).  «¿Vamos a ayudar a Siria? Sí», afirmó Putin en respuesta a una pregunta sobre qué hará Moscú en caso de una intervención militar exterior en Siria, en la rueda de prensa final de la cumbre del G20 en San Petersburgo.

Putin agregó: «Ya estamos ayudando. Suministramos armas y cooperamos en el terreno económico».

«Confío en que habrá más cooperación en el ámbito humanitario incluido los suministros de ayuda a la población civil que está en una situación muy difícil», dijo.

Putin aseguró que los planes de Estados Unidos de lanzar un ataque «limitado» a Siria solo cuentan con el respaldo de cinco países del G20. Enumeró a Francia, Canadá, Turquía, Arabia Saudí y el Reino Unido, como apoyos a la idea de atacar Siria, aunque destacó que el Parlamento de este último país «atendiendo a la voluntad del pueblo» manifestó su rechazo a la acción militar contra el país árabe (un grave quiebre de la relación especial entre Washington y Londres).

Mientras, aseguró que los que «estuvieron categóricamente en contra (de la guerra) son: Rusia, China, India, Indonesia (…), Argentina, Brasil, Sudáfrica e Italia». «La canciller federal de Alemania (Angela Merkel) también actúa con mucha cautela.

Alemania no tiene intención de participar en ninguna acción militar», aseguró. Putin destacó que incluso en los países que apoyan la acción militar contra Damasco la opinión pública está mayoritariamente en contra de esos planes…

PERO VOLVAMOS A LOS EXTRAÑOS HECHOS DEL 3 DE SEPTIEMBRE: GOLPEAR A DAMASCO ES GOLPEAR A MOSCÚ

Este suceso nunca fue desmentido ni confirmado por Washington o Moscú.  Y relata en la crónica que una fuente diplomática bien informada dijo al diario libanés As- Safir (Al Manar TV of Lebanon claims Russia shot down two US missiles. Truth of US-Russia Confrontation) que «la guerra de EE.UU. en Siria habría comenzado y finalizado en el momento que esos dos misiles fueron disparados (por EE.UU.) y derribados (por Rusia), dejando informaciones contradictorias, ya que Israel negó su responsabilidad y Rusia confirmó la detección de los misiles, hasta que se emitió una declaración israelí indicando que habían disparado los misiles balísticos en el contexto de un ejercicio conjunto entre Israel y Estados Unidos, los cuales cayeron en el mar, y que no estaban relacionados con la crisis siria.»

La fuente dijo además al diario libanés que «las fuerzas de EE.UU. dispararon los dos misiles desde una base de la OTAN en España, y fueron detectados al instante por los radares rusos y enfrentados por los sistemas de defensa de Rusia, tras lo cual, uno de ellos estalló en el aire y el segundo se estrelló en el mar»,  a apenas 200 kilómetros de la costa siria.

En este contexto, la fuente señaló que «la declaración emitida por el Ministerio de Defensa de Rusia, que reveló al mundo la detección de dos misiles balísticos disparados hacia el Oriente Medio, omite intencionadamente dos puntos: el primero fue la ubicación desde la que los dos cohetes fueron disparados, y el segundo era su derribo . ¿Por qué? Porque en el momento en que la operación militar de EE.UU. fue lanzada, el Jefe del Servicio de Inteligencia de Rusia en contacto con la inteligencia de EE.UU. informó que «golpear a Damasco significaba golpear a Moscú, y se eliminaron los términos «derribado los dos misiles» de la declaración para preservar las relaciones bilaterales y evitar una escalada.  Ello obligó a EE.UU. a reconsiderar inmediatamente su política, enfoque e intenciones sobre la crisis siria, ya que ahora estaban seguros de que no podrían eliminar la presencia rusa en el Mediterráneo (oriental)  y su implicación en la defensa de Siria».

“Esta confrontación directa no anunciada entre Moscú y Washington aumento la confusión y la seguridad de la Administración de Obama de que la parte rusa estaba dispuesta a implicarse hasta el final con la causa siria, y que los EE.UU. no tenían manera de salir de su estancamiento sin una iniciativa rusa que permitiera salvar la cara de los Estados Unidos…», añadió la fuente.

A partir de este punto, la fuente diplomática aclaró que «a fin de evitar una mayor desorientación de los dirigentes de  EE.UU. , y después de que Israel negó saber nada sobre el lanzamiento de cohetes en su primera declaración, que era la verdad, Washington exigió a Tel Aviv asumir el lanzamiento de cohetes para salvar su cara frente a la comunidad internacional, sobre todo porque esos dos misiles serían el inicio de la agresión directa de EE.UU. contra Siria y el anuncio del comienzo de las operaciones militares, pues  el presidente de EE.UU. Barack Obama se suponía que debía ir a la Cumbre del G-20 en Rusia para negociar el destino del presidente sirio al- Assad Bashr. »

La fuente indicó que «después del incidente que enfrentó (por primera vez en la postguerra, n.a) a EE.UU. y Rusia, Moscú pretende aumentar el número de expertos militares rusos en la zona, y enviar más unidades militares y buques para aumentar su presencia militar en el Mediterráneo. También marcó el tiempo para anunciar su iniciativa para detener la agresión (norteamericana) contra Siria, que sería después de la Cumbre del G-20, tras dibujar un escenario, al margen de la cumbre, que fue protagonizado por dos visitas sucesivas, la del canciller iraní, Amir Abdul Hussein Lahyan y el ministro de Relaciones Exteriores sirio, Walid al- Moallem, en el que se acordó con la parte rusa una salida que incluía un anuncio de Siria sobre la aprobación de la iniciativa rusa de poner sus armas químicas bajo supervisión internacional y la solicitud para unirse al Tratado de No Proliferación”.

Finalmente, la fuente señaló que «Uno de los primeros resultados de la confrontación militar ruso-estadounidense (en el Mediterráneo oriental) fue que la Cámara de los Comunes del Parlamento inglés rechazó participar en una guerra contra Siria. Esto fue seguido por las posturas europeas, sobre todo, de Alemania, tal como anunció la canciller Angela Merkel».

No podemos confirmar que los hechos ocurrieran exactamente así, pero la información es bastante verosímil tal como se sucedieron los acontecimientos posteriormente. Los misiles se lanzaron desde el Mediterráneo occidental (así se informó en los circuitos informativos de ese día), pero es dudoso que fuese desde alguna de las bases de EE.UU. en España (Rotta sería la habilitada para un lanzamiento de ese tipo). Si algo así se produjo, nos inclinamos a pensar que se hizo desde algún buque o submarino cercano a dicha base, o desde aviones despegados desde la misma Rotta o de la base de Morón.

También es evidente y así lo declaramos al canal de TV Russia Today que era impensable una operación de lanzamiento de misiles con dirección a Siria como “ejercicio de entrenamiento” cuando se esperaba un ataque militar de EE.UU. en las siguientes horas. Más increíble resulta el silencio, cuando no las declaraciones contradictorias durante horas, de los gobiernos de EE.UU. e Israel o de otras potencias en la zona con capacidad de detectar los lanzamientos desde sus buques o bases militares (Francia y Reino Unido). Insulta a la inteligencia de los ciudadanos que algo así, en una zona de guerra, se pueda realizar sin conocimiento previo y autorización expresa de los citados gobiernos.

Todo ello nos induce a pensar que la información filtrada al diario libanés es plausible, al menos en parte. Lo que es evidente es que Rusia actuó con rapidez inusitada y evitó la posible “operación de provocación” o el ataque directo (norteamericano) contra Siria. No es disparatado pensar que esos misiles dirigidos contra Damasco podrían tener como objetivo al propio presidente Assad y los centros de comando y control su Ejército, dejando descabezado al país en los primeros minutos del ataque militar estadounidense. La realidad, hubieran derribado los rusos los misiles o simplemente obligado a su autodestrucción en vuelo, es que las cosas se sucedieron después de forma muy distinta a como habían declarado, una y otra vez, los dirigentes occidentales.

Y prueba de ello es la siguiente información:

Obama acepta no incluir la opción militar en la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU

Deseoso de pasar página, el presidente Barack Obama ha decidido abandonar de momento la amenaza militar (su famosa línea roja) como medida de presión para que el régimen de Al-Assad destruya su arsenal químico. La Casa Blanca explicó el viernes que está dispuesta a eliminar cualquier referencia al uso de la fuerza de la resolución de la ONU para aplicar el acuerdo con Siria (sobre desarme químico).

Obama empezó la semana defendiendo un ataque militar a Siria. Después pidió al Congreso que retrasara su votación para autorizarlo, pero que lo aprobara por si había que tomar medidas de urgencia contra Al-Assad.

El presidente de Estados Unidos ha reculado ahora para evitar una guerra en la que no se ha querido meter durante dos años y medio. Los preparativos militares se han frenado y es improbable que vuelva a utilizar amenazas bélicas de momento, si bien no mencionarlas en una resolución de la ONU no significa descartar por completo un posible ataque.

Aunque Estados Unidos acepte no mencionar represalias en una resolución, podría actuar sin el respaldo del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, como estuvo a punto de hacer a finales de agosto. Obama dejó muy claro que no esperaría a la ONU, que definió como «un fallido proceso interminable» en una declaración en San Petersburgo que también firmó España a principios de este mes.

Este sábado continúa el tercer día de charlas en Ginebra entre Kerry y su homólogo ruso, Sergey Lavrov, para intentar acordar el marco en el que Siria podría aceptar la supervisión y la destrucción de su arsenal químico. La labor podría tardar años por la complejidad logística y política.

La negociación también puede alargarse. El Consejo de Seguridad no dará ningún paso hasta que no haya un acuerdo claro entre Estados Unidos y Rusia, el aliado de Siria y su representante político ante el mundo. Siria ya ha mandado a Naciones Unidas los papeles para firmar la convención que prohíbe las armas químicas, que está en vigor desde 1997 y han rubricado 189 países. Pero el paso burocrático no supone el desarme real, más complejo de vigilar y en el que la ONU reconoce tener poca experiencia.

Después de una reunión con el emir de Kuwait, Obama dijo este viernes que espera que las conversaciones «den frutos», si bien insistió en que no vale cualquier acuerdo. «Cualquier pacto tiene que ser verificable y aplicable», aseguró el presidente, que insiste en que mantendrá el despliegue de destructores en el Mediterráneo en posición ataque por si acaso. Lo que es falso, porque han sido retirados hacia el norte, cerca de Chipre.

 

El presidente Barack Obama anunciando el 1ro de septiembre de 2013 su decisión de atacar militarmente a Siria. Foto: © REUTERS Mike Theile.

El presidente Barack Obama anunciando el 1ro de septiembre de 2013 su decisión de atacar militarmente a Siria. Foto: © REUTERS Mike Theile.

El discurso semanal del presidente de este sábado está dedicado a defender la diplomacia. El de hace una semana, trataba de ‘vender’ a la opinión pública el impopular ataque militar.

Si las cosas acaban como pretende la diplomacia rusa, Putin habrá conseguido una victoria completa frente a las ansias imperialistas de la Casa Blanca. En su ya famoso artículo en el New York Times, Putin llegó a decirle al pueblo estadounidense: «Es alarmante que la intervención militar en los conflictos internos de los países extranjeros se haya convertido en algo común para los Estados Unidos. ¿Le interesa esto a largo plazo a Estados Unidos? Millones alrededor del mundo ven cada vez más a Estados Unidos no como un modelo de democracia, sino como uno que confía únicamente en la fuerza bruta.»

El líder ruso ha censurado a un presidente estadounidense conocido por su extrema timidez en cuanto a la acción militar, según los halcones de Washington. Putin debe estar completamente seguro de que Obama está demasiado lejos de cumplir su hoja de ruta con Irán para echarse atrás en su intervención sobre Siria. Putin espera que un ataque militar sea olvidado y la seguridad del régimen de Al-Assad quede garantizada.

Fuentes militares de inteligencia han declarado a Debkafile que el despliegue militar occidental construido frente a las costas de Siria en las últimas dos semanas se está desintegrando, mientras la resolución del presidente de EE.UU. para la acción militar desaparece bajo la presión implacable de Moscú.

Los barcos ingleses y franceses se dirigieron a través del Canal de Suez al Mar Rojo este miércoles 11 de septiembre y los buques estadounidenses se retiraron de las costas sirias a aguas entre Creta y Chipre.

Por tanto, Obama ha cedido en su intención original de mantener la flota de guerra en su lugar como forma de presión sobre Al-Assad para que cumpla con el plan ruso para la eliminación de las armas químicas. (Fuente: As-Safir a través de elespiadigital.com)

Según escribe Enrique Muñoz Gamarra en  Aporrea.org (http://www.aporrea.org/actualidad/a174159.html)  ciertamente, el 03 de septiembre de 2013, quedó grabado para siempre en los anales de la historia universal como un día histórico. Ese día el grupo de poder mundial de Washington comprendió que ya no era más el gendarme internacional de años atrás, pues, sencillamente, se sintió abatido, en ese momento, para reaccionar al derribo de sus dos misiles balísticos disparados contra Damasco desde su base militar de Rotta (España) por la defensa antiaérea rusa instalada en esa región.

Esto, incluso fue aceptado por el ex ministro de asuntos militares de Israel sionista, Ehud Barak, cuando dijo que la situación en Siria había debilitado a Estados Unidos a nivel mundial. «Los acontecimientos de las recientes semanas en Siria han debilitado a Estados Unidos en todo el mundo», manifestó Barak en una entrevista concedida a la cadena televisiva Bloomberg”.

Por eso es muy importante este hecho (interceptación y destrucción, de los dos misiles balísticos disparados desde Rotta, por las defensas antiaéreas de Rusia y Siria) que ha llevado al cierre de una fase, la primera, de la coyuntura histórica que se vive desde 2008 y en el que los elementos esenciales, fueron y continúan siendo, la gran Depresión económica, la bancarrota de la economía estadounidense, el ascenso económico de China y una reacción político-militar muy fuerte de Rusia y China desde finales de 2011.

7 respuestas

  1. «Ahora hablará el que quiera, bien o mal, pero hablará el que quiera. No es como ocurría aquí, que hablaban ellos solos y hablaban mal (Gritos). Habrá libertad absoluta porque para eso se ha hecho la Revolución; libertad incluso para nuestros enemigos; libertad para que nos critiquen y nos ataquen a nosotros; que siempre será un placer saber que nos combaten con la libertad que hemos ayudado a conquistar para todos (Aplausos). Nunca nos ofen­deremos, siempre nos defenderemos y seguiremos solo una norma: la norma del respeto al derecho y a los pensamientos de los demás.»
    Fidel Castro, Enero de 1959, Santiago de Cuba

  2. Señor Porto, realmente me estaba preguntando ¿dónde se encontraba? Aunque no coincido absolutamente con su punto de vista político, se lo respeto y muestra de lo anterior es que nunca he eliminado sus comentarios de mis posters en mi blog La Isla Encantada, a pesar de que en algunas ocasiones los he encontrado ofensivos hacia Cuba. Y en consonancia me ha obligado a responderle duramente. Espero de cualquier internauta que visite La Isla Encantada un intercambio de criterios y opiniones de altura, no tiene que coincidir conmigo, pero siempre respetando la verdad, no mi verdad, que es otra cosa, sino la verdad que ha validado la historia. Por ejemplo, nadie podrá negar en el MUNDO que el gobierno de EE.UU. es el más guerrerista del Planeta, que cada Presidente norteamericano tiene que tener su propia guerra, y no importa que sean asesinadas millones de personas inocentes impunemente. Para cualquier persona con una fe cristiana eso debería constituir motivo de rechazo y condena hacia EE.UU. y que conste no estoy cuestionando para nada su credo religioso.

  3. No hay de que. Gracias por sus comentarios

  4. ¿Ya me esta extrañando?

  5. Agradecido por la aclaración. En cuanto a lo de Crimea, creo que la historia también tiene un peso incontenible, Crimea fue rusa desde siempre, por lo menos desde que los zares se la arrebataron a los tártaros en el siglo XVIII. A mí no me sorprendió en lo absoluto que volviera a ser parte de Rusia, sobre todo en este momento, lo que siempre me cuestioné es que en un momento dado pasara a «ser parte» de Ucrania, aunque se tratara de una formalidad política.

  6. Amigo Cardona, aprecio mucho sus comentarios, aunque como es lógico en ocasiones no coincidimos y eso es bueno. Nadie nunca podrá tener la verdad absoluta, pura y completa. Siempre hay ángulos desde los que se pueden ver otras cosas. Y de hecho, a veces el que está afuera, ve más que el que está involucrado en un suceso. A mi me gustan las opiniones discrepantes, siempre y cuando haya respeto (y esto amigo Cardona no va contra usted, sino contra cierto tipo de «internauta», que se dedican a fustigar a la Revolución cubana per se desde las posiciones del imperialismo norteamericano y tratan de tapar el Sol con un dedo a porque sí).
    Pero bueno, volviendo al asunto que nos toca, yo casualmente me topé con esta información el propio 3 de septiembre en un sitio alternativo peruano y le comento que me agitó muchísimo porque valoraba en su justa medida el acontecimiento. Estuve vanamente días y días rastreando esta impactante información para confirmarla en el The News York Times, The Wall Street Journal, Chigaco Tribune, El Nuevo Herald, The Guardian, The Times, el famoso The Washington Post (que es el gurú del establisment norteamericano) y nada, nada de nada, y tampoco la encontré en la prensa rusa en español, que habitualmente acceso y NADA. Y yo me preguntaba ESTE ES UNA LOCURA, COMO UNA NOTICIA TAN TRASCENDENTE NO TRASCENDIO, VALGA LA REDUNDACIA, A LOS llamados MASS MEDIA DEL IMPERIO, que tienen sus fuentes bien «atadas» en el Pentágono, la Casa Blanca, el Departamento de Estado, el Consejo de Seguridad Nacional yanqui, el Congreso, en fin en las estructuras del poder norteamericano. Y RARO no se filtró absolutamente NADA. Y me dije QUE MARAVILLOSA LIBERTAD DE PRENSA TENEMOS EN EL MUNDO, EN EE.UU. AQUI LA CENSURA FUNCIONÓ COMO UN MECANISMO DE RELOJ Y NADIE PROTESTÓ. ESTO FUE TODO UN ESCANDALO Y UN EJEMPLO PARADIGMÁTICO DIGNO DE SER ESTUDIADOS EN LAS ESCUELAS DE PERIODISMO DE TODO EL PLANETA ¿POR QUÉ SUCEDIÓ ASÍ? Porque se trataba de un golpe que encajó el Imperio yanqui y no pudo rechistar, responder y tuvo que tragárselo. Mire amigo Cardona, estoy seguro que esa es una información clasificada, que saldrá a la luz pública en toda su magnitud dentro de una decena de años. Todos los portales alternativos que rastree reproducían en mayor o menor medida calcada al papel carbón la versión que dio del disparo de los misiles el pequeño y desconocido diario libanés As-Safir, que indudablemente se benefició de ser un órgano periodístico del Medio Oriente y de una filtración del lado ruso, no pudo ser nadie más.
    Miré más elementos los podrá dar en su momento cuando el presidente Vladimir Putin, ya fuera de la política, escriba sus interesantes memorias, no creo que lo haga con toda decencia Barack Obama. Solo Rusia y EE.UU. tienen todos los detalles. Yo me guío mucho por lo que denomino el razonamiento lógico argumentado. Es evidente que la decisión de disparar los dos misiles fue de EE.UU. para despejar en primer lugar la incógnita de la actitud de la poderosa escuadra aeronaval que posicionó Rusia frente a las costas sirias, que incluyó el enorme crucero portamisiles Moskva, apodado asesino de portaaviones, y que días antes estuvo de visita oficial en La Habana y que tuve la oportunidad de recorrer y ver sus magníficas posibilidades bélicas. Nadie más se atrevería a asumir el liderazgo y responsabilidad de un disparo de esa naturaleza, además de tener la capacidad militar para hacerlo. Lamentablemente ni España, Francia, Alemania o Gran Bretaña pueden oponer un veto efectivo a una decisión norteamericana de agredir a otra nación, y menos aun en el caso de Siria, incluida en el Plan norteamericano para el Medio Oriente. Ninguna de esas potencias europeas no protestarían y se supeditarían a la decisión norteamericana de agredir sin rechistar (el único desacuerdo más reciente que hay fue la débil oposición de Alemania y Francia a la segunda invasión de EE.UU a Iraq por el falso pretexto de las armas de destrucción masiva de Sadam Hussein y todos sabemos que eso terminó con el propio Sadam Hussein ahorcado y la brutal ocupación de ese país por EE.UU. durante más de una década). Ninguna capital europea con tal información levantaría su voz, aun descubriendo las intenciones o verificando el lanzamiento de los misiles norteamericanos porque es total la sumisión y subordinación de Europa a Washington visto en numerosos casos como el del espionaje denunciado por Edward Snowden y del que fueron perjudicados, el bloqueo en Europa al avión del presidente boliviano Evo Morales, etc, etc… Europa Occidental no tiene independencia política ni militar y la música se la pone su «Big Brother USA». El lanzamiento de los dos misiles por tanto pudo ser desde Rotta, desde un submarino o un barco de los que tiene posicionados EE.UU. en el mediterráneo occidental, y repito aunque lo hubieran detectado nadie en Europa occidental protestaria. Más bien me inclino a que la Administración Obama (que se ha querido desmarcar de las políticas unilaterales de su detestado predecesor Georg W. Bush) haya coordinado con su círculo duro de aliados para dar tal paso. Rusia por las razones que se exponen en la crónica no publicó más detalles del asunto para no poner a EE.UU. en una situación más embarazosa y darle una puerta de salida, por la puerta que Moscú diseñó de antemano y que Obama aceptó presuroso. Ya Rusia había ganado el pulseo y no necesitaba escalar el asunto, pues había cumplido su objetivo principal que era detener la agresión a Siria y dejarle bien claro a EE.UU. que estaba hablando con otra Rusia, no con la Rusia de Boris Yelsin, ni incluso con la Rusia de Dimitri Medvedev. Digo y eso si lo reafirmo, y no es dramatismo, SI ESTUVIMOS A UNOS METROS DE UNA III GUERRA MUNDIAL, pues si los halcones del Pentágono y los Neocons (remember la Crisis de los Misiles del 62 en Cuba) no hubieran querido tragarse ese gol ruso y atacan a Siria o a alguna de las naves de guerra rusa dislocadas frente a las costas sirias, sin el empleo de las armas nucleares, esa situación nos iría llevando como el agua a su manantial, a una guerra entre EE.UU. y Rusia, las principales potencias militares del mundo, lo que se transformaría, de no ceder sus protagonistas en sus posiciones en una guerra mundial. De eso no me cabe duda. Israel nunca iría a una guerra contra Siria sin permiso de EE.UU. y máxime cuando el que declaró la decisión de atacar Siria unilateralmente fue EE.UU. y no Israel, Tel Aviv tuvo que hacer el trabajo sucio y de muy mala gana tuvo que responsabilizarse con el disparo de los dos misiles para salvarle la cara a Washington ante el mundo.
    Pero para mí, amigo Cardona y disculpe que me haya extendido tano, lo más relevante fue que en esta ocasión por primera vez después de la postguerra un país, en este caso Rusia, asume el riesgo de detener una operación militar norteamericana sin más ni más. Y aun más cuando el presidente Obama va a la Cumbre de San Petersburgo el 5 de septiembre de 2013, a escasos dos días de Rusia haberle derribado sus dos misiles, el presidente Putin se lo dice claramente a Obama de que ayudaría a Siria en caso de una agresión militar desde el exterior, sin mandato de la ONU, contra ese país árabe. Y eso amigo mío son muy contado los países que se pueden dar el lujo de desafiar cara a cara, DE FRENTE AL IMPERIO. Por eso es que yo considero el 3 de septiembre como EL PRINCIPIO DEL FIN DEL HEGEMONISMO NORTEAMERICANO, QUIZÁS Y LO RECONOZCO AHORA QUE REFLEXIONO MÁS SOBRE EL ASUNTO, QUE DEBERÍA HABER DICHO EL PRINCIPIO DEL FIN DEL HEGEMONISMO MILITAR NORTEAMERICANO EN EL MUNDO. A partir de esa fecha los EE.UU. perdieron la capacidad de llevar impunemente determinadas acciones militares allí donde consideren se lesionan sus llevados y traidos intereses de su Seguridad Nacional. Y la crisis en Crimea, seis meses después del 3 de septiembre de 2013, lo corroboró. Nada pudo hacer EE.UU., a pesar de su enorme poderío militar virtualmente incontestable, ante el audaz paso dado por Moscú de hacer volver a Crimea a Rusia. Y aun más, el Senado ruso aprobó a Putin a emplear tropas rusas en Ucrania si se ven amenazada la vida de los rusoparlantes en ese país. Y EE.UU. no pudo responder al desafío. Incluso usted coincidirá conmigo en que las sanciones de EE.UU. y Europa occidental contra Rusia han sido débiles, lo que está dando una señal de que también se están quedando sin palancas efectivas para presionar a Moscú, que cada día que pasa reafirma su posición independiente en el mundo, muy a pesar de Washington y Europa. ¿No lo cree así?

  7. Tengo varios comentarios, respetando siempre su opinión, aunque difiera de la mía (con frecuencia coincidimos, como un 75% de las veces, valga la aclaración). Primeramente, lo del lanzamiento de los dos proyectiles no se discute, múltiples fuentes confiables lo aseguran; en segundo lugar, tampoco se discute que una intervención militar en Siria (de los Estados Unidos, con algunos países europeos e Israel por supuesto) sería totalmente injustificada, lo mismo que descabellada y suicida. Lo que entiendo no está del todo clara es la procedencia de los misiles, debido a que Estados Unidos niega haberlos lanzado y la respuesta de Israel a la misma pregunta fue esquiva y ambigua. Por otro lado, el posible punto de origen de la base de Rota no me parece creíble, por varias razones. En primer lugar, la distancia, porque aunque ciertamente existe la capacidad técnica, no es tan fácil desde Rota como si se lanzaran de un punto más cercano al objetivo (buques en alta mar, Israel, Turquía, Jordania, etc.). En segundo lugar, la detección: si hubieran salido de Rota, habrían sido detectados por los españoles (que comparten la base) y alguien habría protestado de seguro, puesto que tal acción –claramente agresiva– viola todos los acuerdos militares entre Estados Unidos y España; y además de España, otros paises de la región hubieran detectado los proyectiles en un trayecto tan largo (todo el Mediterráneo). En tercer lugar, me parece más creíble –y típico– que los misiles hubieran sido lanzados por Israel, que está mucho más cerca y tiene no solo la capacidad sino una tradición de bombardear blancos sirios con cierta frecuencia (y sin ningún problema). Si los misiles fueron derribados por unidades rusas o con equipo defensivo ruso, ello estuvo muy bien, porque lanzar los susodichos misiles (quien fuera que lo hizo) no solo fue un acto de agresión, sino una soberana estupidez. Personalmente, creo que el tono de la retórica norteamericana contra el régimen de Assad bajó de intensidad rápidamente porque personas pensantes en posiciones de poder político en los Estados Unidos se dieron cuenta bastante temprano de la locura que una acción militar implicaba; eso y la posición de Rusia, por supuesto. Por los motivos que fueren, a Dios gracias la «opción militar» fue descartada, primero calladamente y luego oficialmente. Para concluir, tampoco creo –con el mayor respeto– que haya que ser melodramático al repasar el suceso. Bravo por Rusia, sí, pero no creo que estuviéramos «al borde» de la Tercera Guerra Mundial. Los misiles en cuestión tienen que haber estado equipados con explosivos convencionales, no nucleares. Ese tipo de misil tiene una capacidad destructiva limitada. No creo que haya sido otra «crisis de los cohetes» como la de octubre de 1962, por ejemplo. Lo importante en todo caso es que NO se materializó la intervención militar externa en Siria y ESO sí es motivo para dar gracias.

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