RUSIA Y ESTADOS UNIDOS: CAMINO HACIA LA III GUERRA MUNDIAL

Dmitri Medvédev, Presidente de la Federación de Rusia.

 

Barack Obama, Presidente de EE.UU.

El presidente ruso, Dmitri Medvédev, ha anunciado este miércoles en televisión un plan de despliegue militar dirigido a neutralizar la amenaza que, según él, supone para Rusia el escudo antimisiles que EE.UU. y sus aliados de la OTAN «despliegan ya en Europa».

Medvédev ha ordenado al Ministerio de Defensa la instalación inmediata en el enclave ruso de Kaliningrado, antigua Königsberg, de un radar de alerta temprana antimisiles y el fortalecimiento de la protección y los sistemas de seguridad en los silos de cohetes nucleares rusos, cuya capacidad de burlar la defensa antimisiles enemiga será mejorada así como también la potencia destructiva de sus cargas atómicas.

El jefe del Kremlin ha advertido que, si estas medidas fueran insuficientes, «desplegaremos en el sur y oeste del país sistemas de armamento de ataque modernos que garanticen el aniquilamiento del componente europeo del dispositivo antimisiles […] y emplazaremos además cohetes Iskander en Kaliningrado». Según Medvédev, el Ejército ruso tiene ya instrucciones para «en caso de necesidad, proceder a destruir el sistema de mando e información del sistema europeo» de misiles interceptores.

El mandatario ruso alertó también que «si la situación evoluciona de forma desfavorable, Rusia se reserva el derecho a renunciar a avanzar en el ámbito del desarme y el control de armamentos». En este sentido, Medvédev ha señalado que, dada la estrecha vinculación entre armas estratégicas ofensivas y defensivas, «podría surgir la necesidad de que Rusia abandone el tratado START» de limitación de armas nucleares. El START, firmado en abril de 2010 en Praga por Medvédev y su homólogo estadounidense, Barack Obama, limita el número de cabezas nucleares desplegadas a 1.550, el de portadores desplegados (misiles en tierra, en submarinos y a bordo de bombarderos estratégicos) a 700 y las unidades desde donde son disparados (lanzaderas, submarinos y aviones) a 800, tanto si están activas como si no.

«Situación de hechos consumados»
El máximo dirigente ruso ha dicho que el escudo antimisiles «se está desarrollando actualmente a un ritmo acelerado en Polonia, Turquía, Rumanía y España, y ello nos coloca ante una situación de hechos consumados». Medvédev, no obstante, aseguró confiar en que su país y EE.UU. logren superar el actual enfrentamiento y alcanzar un compromiso satisfactorio sobre el escudo antimisiles.

Madrid y la OTAN concluyeron el mes pasado un acuerdo para que cuatro navíos estadounidenses dotados de cohetes interceptores SM-3, guiados con el sistema antimisiles «Aegis», operen desde la base naval de Rota (Cádiz). Tal decisión fue calificada de «inaceptable» por el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.

El presidente del comité parlamentario de Exteriores, Leonid Slutski, ha explicado que las medidas anunciadas por el presidente ruso «son consecuencia de la falta de resultados en las conversaciones con Estados Unidos sobre la necesidad de construir un escudo antimisiles conjunto». Por su parte, el representante de Rusia ante la OTAN, Dmitri Rogozin, ha puntualizado que Washington «se niega a garantizar legalmente que su sistema antimisiles no está dirigido contra Rusia». Según su opinión, «continuar adelante con el escudo acabará con el actual equilibrio estratégico, algo ante lo que Rusia no tiene otra salida que actuar».

Sin información
La comparecencia de Medvédev se produce pocas horas después de que el Gobierno estadounidense diese a conocer su propósito de dejar de informar a Rusia sobre sus tropas en Europa. Tal obligación se encuadra en el marco del Tratado de Fuerzas Convencionales en Europa (FACE), del que Rusia se salió hace cuatro años. Fue entonces cuando Moscú dejó de cumplir su compromiso de compartir información con Washington.

Kaliningrado

El actual Kaliningrado (antes Königsberg) fue la capital de Prusia Oriental desde la Baja Edad Media hasta 1945, cuando fue tomada por los soviéticos y renombrada a Kaliningrado. Fundada por la Orden Teutónica, fue una importante ciudad portuaria situada en un enclave en la desembocadura del río Pregel, que desemboca en la laguna del Vístula, comunicado a su vez con el mar Báltico por el estrecho de Baltiysk.

Kaliningrado fue fundada con el nombre de Königsberg en 1255 por el Rey Ottokar II de Bohemia, que acudió en ayuda de los caballeros de la Orden Teutónica durante la conquista y cristianización de la región histórica de Prusia, ocupada por los pueblos paganos bálticos. Durante gran parte de la Edad Media fue miembro de la Liga Hanseática. El nombre proviene de König = rey y Berg = monte, puede decirse que significa «Monterreal», en alemán; aunque la traducción literal sería «Monte del Rey». Durante el siglo XIX y bien entrado el siglo XX, en ediciones académicas se latinizaba Königsberg, capital de la Prusia Oriental, como Regimonte.[1]

Königsberg fue posesión prusiana hasta la unificación de Alemania, de la que pasó a formar parte. Tras la Primera Guerra Mundial, el territorio prusiano, junto con Königsberg (Prusia Oriental), quedó aislado de Alemania por el corredor polaco de Danzig.

Durante la Segunda Guerra Mundial, específicamente en la ofensiva del Oder-Vístula entre enero y abril de 1945, se libraron duros combates en los alrededores de la ciudad entre el Ejército Rojo y fuerzas defensoras alemanas, que culminaron con la derrota alemana y la captura de casi 100.000 soldados alemanes, incluyendo cuatro generales, en la batalla de Königsberg.

 

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